La instalación de una valla de eslabones de cadena implica un proceso sistemático que garantiza durabilidad y estabilidad. Comience marcando el perímetro con estacas y cuerda, delineando donde se colocarán los postes. Cave los agujeros para los postes utilizando un sacaagujeros para postes, asegurándose de que sean lo suficientemente profundos para anclar los postes de manera segura, generalmente entre 24 y 36 pulgadas, dependiendo del tipo de suelo. Coloque primero los postes terminales, usando concreto para asegurarlos y verificando que estén nivelados con un nivel. Deje que el concreto cure según las indicaciones del fabricante. A continuación, instale los postes intermedios a intervalos regulares, normalmente entre 6 y 10 pies de distancia, asegurándolos también con concreto. Una vez colocados los postes, fije la viga superior, cortándola para que encaje entre los postes terminales y asegurándola con terminales para vigas. Desenrolle la tela de eslabones de cadena a lo largo de la línea de la valla, fijándola a uno de los postes terminales utilizando abrazaderas tensoras y pernos. Utilice una barra tensora y una herramienta de tracción para estirar la tela firmemente hasta el poste terminal opuesto, asegurándola en su lugar. Fije la tela a los postes intermedios con ataduras, espaciándolas cada 12 a 18 pulgadas. Finalmente, instale la viga inferior o un cable tensor para evitar que la tela se comben. Verificaciones periódicas durante la instalación garantizan que la valla esté nivelada y segura, proporcionando un cerramiento confiable por muchos años.